Otoño de 2022: Eurobarómetro "Respuesta de la UE a los retos energéticos
Sí, en 2023, los retos energéticos son importantes (tanto para los europeos como para todos los seres humanos), y nuestras sociedades deben unirse para afrontarlos, pero este Eurobarómetro está dedicado principalmente a la percepción de las consecuencias de la guerra en Ucrania.
El título de la encuesta no se corresponde con su contenido
El título de este Eurobarómetro "La respuesta de la Unión Europea a los retos energéticos " no da una buena idea de su contenido, dedicado principalmente a la guerra en Ucrania:
Guerra en Ucrania: P1, P2, P3, P4, P6, (P7)
Economía: P5, P8, DX3
Democracia: P10
Energía: (P7), P9.
Las cuestiones energéticas están prácticamente sólo en la pregunta Q9. Las otras preguntas también son cuestiones importantes, y los cientos de miles de muertos en Ucrania merecen que se pregunte por ellas. Pero los retos energéticos a los que se enfrentan los europeos no terminarán con la guerra: el aumento de los gases de efecto invernadero, los costes, retrasos y peligros de la energía nuclear, la gran superficie utilizada por las instalaciones solares, la competencia de los biocombustibles con la producción de alimentos, etc.
¿Qué política debe adoptarse? Las opiniones difieren mucho más entre países que entre grupos sociales
Aunque el vínculo entre guerra y consumo de energía es desafortunado, la pregunta Q7 plantea si la guerra en Ucrania debería conducir a inversiones en energías renovables o a inversiones en energía nuclear.
Efectivamente, existen (pequeñas) diferencias entre los grupos sociodemográficos.
Los hombres están más a favor de la energía nuclear que las mujeres. Cuanto mayor es la edad y el nivel de educación, más gente quiere invertir en estas energías, especialmente en las renovables. Por el contrario, las personas jóvenes o con poca formación no quieren más inversiones en estas energías.
Pero estas diferencias son mucho menores que las diferencias de opinión entre países.
Muchos más malteses y portugueses quieren invertir en energías renovables que eslovacos y búlgaros. Los franceses, finlandeses, rumanos y polacos son dos veces más propensos a querer desarrollar la energía nuclear que los griegos, austriacos o chipriotas.
Tales diferencias hacen muy difícil establecer una política europea común. Para que exista una opinión pública europea, tendría que haber debates entre todos los europeos, de todos los países. La mejor lengua para ello sería el esperanto, una lengua sencilla, precisa y justa.